Relaciones Económicas
La elección del presidente del BID
La elección del nuevo presidente del BID concentró muchos esfuerzos diplomáticos y no pocas confrontaciones.
La elección del presidente del BID:
Un difícil y complejo proceso
Dentro de la institucionalidad establecida, se presentaron como candidatos la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, el experto y asesor presidencial argentino, Gustavo Beliz y Mauricio Claver-Carone. Director para Latinoamérica en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
La candidatura norteamericana rompió el statu quo establecido desde 1959, según el cual la presidencia la ejercía un ciudadano latinoamericano. Alteró este acuerdo tácito. Fue una decisión de quiebre, que alteró el equilibrio entre el poder de los votos ponderados en la Asamblea de Gobernadores, favorable a los Estados Unidos, y el ejercicio funcional presidencial que siempre estuvo en manos de Latinoamérica.
La candidatura comprometía, adicionalmente,la consolidada práctica de que el banco debe actuar con una mirada latinoamericana del desarrollo económico y social de la región. Con mayores o menores críticas, a lo largo de seis décadas el BID ha estado al servicio de los intereses del desarrollo económico y social de la región. Es la principal fuente de financiamiento para América Latina. Y ha logrado consolidar un consenso básico en torno a tres ejes del desarrollo, inclusión social e igualdad, productividad e innovación e integración económica; y tres políticas transversales, igualdad de género y diversidad, cambio climático y sostenibilidad ambiental, capacidad institucional y estado de derecho.
El problema se ahondó luego que el secretario del tesoro Mnuchin fundamentó la decisión justamente en poner el BID al servicio de los intereses de los Estados Unidos, al señalar que la presentación de la candidatura “demuestra el fuerte compromiso del presidente Trump con el liderazgo de Estados Unidos en importantes instituciones regionales y con el avance de la prosperidad y la seguridad en el hemisferio occidental”.
La referencia al liderazgo de los Estados Unidos en “importantes instituciones regionales” era una clara alusión a la OEA, donde efectivamente los Estados Unidos después de décadas ejerce un sólido liderazgo. El diseño se expresaba con claridad. Una diplomacia latinoamericana que realice el “american first” en la región, con el BID, la OEA y la iniciativa América Crece como vectores multilaterales. Con el objetivo mayor de competir con China en la región.
Poner al BID en la línea de rivalidad entre los Estados Unidos y la China no es el mejor futuro para el banco, ni para el creciente financiamiento externo que requerirá la región en los próximos años para enfrentar el shock externo de la pandemia. Sin embargo y no obstante el reiterado llamamiento de un grupo importante de ex jefes de Estado y ex cancilleres de la región para postergar la elección para después de las elecciones en los Estados Unidos, , la asamblea de gobernadores, realizada el 12 de septiembre, eligió a Claver – Carone, con un respaldo sustantivo. Recibió 30 votos de gobernadores y 23 de países de la región, hubo 16 abstenciones.
El gobierno peruano se mantuvo en una posición dubitativa. que finalmente en plena Asamblea se decantó a favor de la abstención. Al igual que Chile, México, Argentina, Trinidad y Tobago y los países de la Unión Europe. La abstención en el voto ponderado alcanzó el 31.23 %.
Mauricio J. Claver-Carone será el quinto presidente del Banco. Lo antecedieron Luis Alberto Moreno de Colombia (2005-2020), Enrique V. Iglesias de Uruguay (1988-2005), Antonio Ortiz Mena de México (1971-1988) y Felipe Herrera de Venezuela (1960-1971).